El Escribano responde por el buen
resultado jurídico de la operación en que interviene
y del asesoramiento que brinda.
El Escribano es por formación, un armonizador
de las relaciones humanas y un realizador de la paz
social. Para evitar juicios y conflictos lo conveniente
y útil es que todos los hechos y actos jurídicos comiencen
por ser realizados conforme a Derecho, cumpliendo las
formas que ofrezcan más garantías en caso de necesidad
de prueba judicial, pero fundamentalmente, a cargo de
un profesional de derecho que hace de la imparcialidad
la esencia de su intervención, que ejerce por ley una
función pública de contralor de legalidad, que contribuye
a la decisión fundada en el correcto conocimiento de
los derechos y obligaciones asumidas, que es la mejor
forma de ejercicio de los derechos humanos, entendiendo
en el sentido de igualar oportunidades y posibilidades
bien entendidas.
Estos son los principios básicos y fundamentales
en los que asentamos nuestra actuación y labor.
El Escribano es un profesional del Derecho
que ejerce una función pública para proporcionar a los
ciudadanos la seguridad jurídica en el ámbito del tráfico
jurídico extrajudicial.
|